El recorrido de Tim Simpson desde una educación diversa hasta su carrera en gestión medioambiental es tan dinámico como su trayectoria profesional. Nacido en la India, pasó sus primeros años en Indonesia y, tras estas experiencias, regresó a Estados Unidos, donde desarrolló una gran afición por los entornos diversos.
Tras su servicio en el Cuerpo de Marines de EE.UU., se licenció en Ingeniería Medioambiental por la Universidad de Houston, y después pasó 17 años trabajando en plantas químicas y como contratista del gobierno, con puestos en Texas, Afganistán y Kuwait. En 2014, fue reclutado por Tenaris para ayudar con la puesta en marcha de la fábrica de tubos sin costura de la empresa en Bay City, Texas. «Cuando me incorporé, TenarisBayCity recién comenzaba, con solo unas pocas columnas colocadas», recuerda Simpson.
En 2017, se convirtió en gerente senior regional de medio ambiente. Para entonces, la planta de Bay City ya estaba en funcionamiento, por lo que su atención se trasladó a otras plantas en Conroe y Houston, en Texas, y Hickman, Arkansas, asegurando el cumplimiento y apoyando las transiciones. Participó en la adquisición de IPSCO, que fue una parte apasionante de su carrera: "Trabajamos en ella en segundo plano durante un año antes de que se anunciara, revisando miles de archivos para evaluar el historial de cumplimiento e identificar posibles problemas. Ese proyecto sigue siendo una de las partes más memorables de mi trayectoria en Tenaris».
Más tarde, Simpson se convirtió en director regional de medio ambiente. «Estoy entusiasmado con el creciente enfoque de Tenaris en la descarbonización. Estamos explorando importantes inversiones en energía verde en Estados Unidos, especialmente para aprovechar la energía solar, pero con Tenaris nunca se sabe qué nuevas oportunidades pueden surgir», dice. »Lo bueno de trabajar para esta industria es que tenemos la oportunidad de marcar la diferencia; tenemos la oportunidad de solucionar los problemas.»
A nivel regional, se ocupa de tramitar permisos para distintos proyectos medioambientales en los centros de fabricación, al tiempo que se centra en el impacto comunitario. «Nuestras actividades comunitarias van desde la limpieza de la bahía de Matagorda, en la costa de Texas, mediante la retirada de trampas para cangrejos abandonadas, hasta la ayuda para mejorar un parque de humedales en Baytown (Texas)», explica. «Nos gusta explorar nuevas formas de marcar la diferencia en las comunidades en las que operamos.»
Uno de los aspectos más desafiantes de su función es dirigir un equipo disperso por 12 plantas distintas en EE.UU., lo que le hace pasar mucho tiempo recorriendo todos los centros de fabricación y los patios. «Como supervisor, soy tranquilo pero tengo grandes expectativas porque quiero que mi equipo crezca y sea capaz de ocupar mi puesto algún día», comenta. «Comparto todo lo que sé. Presiono mucho a mi equipo, pero ellos lo aprecian porque les lleva a mejorar.»
A su vez, Simpson reconoce que recibir comentarios de otros líderes y supervisores ha sido una experiencia de aprendizaje para él a lo largo de los años: «Una de las principales lecciones que he aprendido es la importancia de involucrar a todos en las decisiones, comunicarse abiertamente y compartir los éxitos. En Tenaris, es crucial hacer que tus logros y el trabajo de tu equipo sean visibles para el crecimiento, lo que supone un cambio respecto al enfoque de «hacer las cosas como se deben».»
Cuando piensa en un consejo que dar a alguien que empieza una carrera en gestión medioambiental, Simpson dice que la clave es ser enérgico y tener un profundo conocimiento de los procesos implicados. «El objetivo es equilibrar la flexibilidad operativa con la conciencia medioambiental. Hay que implicarse en las operaciones cotidianas para ayudar a los clientes de forma eficaz y contribuir a mantener la eficacia y la alta producción sin dejar de cumplir la normativa y haciendo lo mejor para el medio ambiente», resume.
Simpson lleva 27 años casado y tiene una hija de 26 años. En su tiempo libre, disfruta pescando gallineta nórdica y trucha en la bahía, realiza viajes ocasionales a alta mar y gestiona un pequeño rancho de ganado en el condado de Matagorda, Texas.
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