Hace más de dos décadas, Tenaris alcanzó un hito en la industria energética al realizar con éxito la primera prueba comercial de la tecnología Dopeless® en el Mar del Norte el 15 de julio de 2003. Hasta ese momento, y desde la introducción de la perforación rotativa, el casing y el tubing habían dependido sistemáticamente de compuestos para roscas o dopes para su lubricación durante la bajada y el almacenamiento.
La tecnología Dopeless® presentaba una propuesta realmente revolucionaria: eliminar la necesidad de lubricantes al aplicar un recubrimiento seco multifuncional durante el proceso de producción. Esta innovación no sólo simplificó la manipulación y mejoró la seguridad en la plataforma, sino que también contribuyó a reducir significativamente la huella medioambiental de las operaciones de petróleo y gas.
"Hoy, después de todos estos años, los clientes pioneros que adoptaron la tecnología siguen confiando en Dopeless®. Eso es realmente notable", dice Tomás Castiñeiras, Director Técnico de Ventas de Tenaris para América Central y del Sur, que formó parte del equipo que probó la tecnología Dopeless® en el Mar del Norte en 2003.
Hasta la fecha, la tecnología Dopeless® se ha instalado en más de 50 países, con un total de más de 65 millones de pies o 20 millones de metros. A pesar de su continua evolución a lo largo de las dos últimas décadas, el concepto fundamental de la tecnología Dopeless® permanece inalterado, lo que subraya su perdurable fuerza y relevancia.
Tras el éxito de sus pruebas en el Mar del Norte, la tecnología Dopeless® se lanzó oficialmente en 2003. La prueba de fuego llegó con Snøhvit, un proyecto pionero de Statoil, ahora Equinor. El cliente necesitaba una solución para cumplir la estricta normativa de vertido cero establecida por el gobierno noruego. Con ocho pozos, Snøhvit se convirtió en el primer proyecto en adoptar la tecnología Dopeless® para todos sus casing, tubing y liners. Hasta la fecha, las conexiones Dopeless® utilizadas en Snøhvit siguen funcionando a la perfección, incluso después de más de 18 años bajo el lecho marino.
"Al principio, la producción era casi artesanal. Dopeless® se fabricaba exclusivamente en nuestras fábricas de tubos sin costura de Siderca y Tamsa, en Argentina y México. Invertimos, persistimos y seguimos ajustando y probando sin descanso. Esto ha distinguido a nuestra solución libre de dope en el mercado", señala Gabriel Carcagno, Vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Tenaris, quien dirigió el equipo de desarrollo de productos detrás de la solución libre de dope de Tenaris.
En la actualidad, hay líneas de producción Dopeless® en Argentina, México, Indonesia, Italia, Escocia, Rumanía, Kazajstán y Estados Unidos. Además, se han desplegado en todo el mundo diez unidades autónomas de tecnología Dopeless®, capaces de revestir accesorios y reparar tubos.
Otro hito significativo en la evolución de la tecnología Dopeless® fue la integración con la tecnología Wedge tras la adquisición de Hydril en 2007. "Durante el proceso de integración de ambas empresas, Wedge y Dopeless® se complementaron muy bien desde el principio, potenciando las ventajas de la tecnología de Hydril", añade Castiñeiras.
La tecnología Dopeless® 3.0 mantiene todos los beneficios de las versiones anteriores y ofrece ventajas adicionales, como mayor robustez, capacidad de sobretorque, estabilidad friccional en presencia de contaminantes, temperatura máxima de servicio y resistencia a la corrosión.
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